La universidad europea en la encrucijada
Boaventura de Sousa Santos en El Viejo Topo
Al considerar en este momento la universidad en Europa, o, en realidad, en cualquier lugar del mundo,resulta tan importante mirar hacia atrás como hacia adelante. En el caso de Europa, nos encontramos justo en medio del proceso de Bolonia.
Es este un período proclive a intensas fluctuaciones entreevaluaciones positivas y negativas, entre los sentimientos deque es demasiado tarde o demasiado temprano para lograrlos resultados a los que se aspira. En mi opinión, esas intensasfluctuaciones del análisis y la evaluación son una señal deque todo sigue abierto, de que el éxito y el fracaso se perfilanigualmente en el horizonte, y de que de nosotros dependeque se alcance uno o el otro. El gran filósofo Ernst Bloch es -cribió que para cada esperanza hay un cajón: Heil y Unheil. Aunque nuestro objetivo fundamental es centrarnos en launiversidad europea, sería absurdo no pensar que los retosque enfrenta hoy esa universidad no están presentes en to -dos los continentes, por más distintas que sean las razones,los argumentos y las soluciones propuestas… (seguir leyendo en el enlace)
Reformas Estructurales
Como es sabido, el modelo económico español pinchó, y es muy improbable que ese globo pueda hincharse de nuevo. La burbuja estalló, como se había predicho, por razones que tienen poco que ver con la crisis financiera internacional, y el propio ejecutivo ha manifestado que hay que fomentar un [improvisado] nuevo modelo productivo. Largo me lo fiáis, amigo Sancho.
Casi todo el mundo está de acuerdo en que hay que proceder, para salir del atolladero, a reformas estructurales. Pero el consenso se disipa cuando se empieza a concretar la naturaleza de esas reformas. Las que proponen los conservadores y algunos socioliberales, y que afortunadamente un encogido y dubitativo Zapatero parece poco proclive a abordar, consisten, como saben nuestros lectores, en abaratar y facilitar el despido, recortar las contribuciones a la seguridad social y congelar el gasto público. Al parecer, esas mentes preclaras confían en que despidiendo a más gente y gastando menos en desempleo, atención médica, formación, etc. podremos salir del hoyo.
Sin embargo, y puestos a proponer, a uno se le ocurren otro tipo de reformas. Por poner un ejemplo: Seguir leyendo
Política de las crisis y crisis de la política
Juan Goytisolo suele comentar que en España nadie dice lo que verdaderamente piensa, pero que aún menos escribe lo que dice. Manuel Monereo rompe aquí con esa lamentable tradición hispana, y pone en negro sobre blanco diversas reflexiones que nuestras renqueantes izquierdas, sociales y políticas, deberían atender si no quieren perder comba. Leer todo el artículo
Manuel Monereo en El Viejo Topo
Perú, La mierda del diablo
Desde el delta del río Níger hasta la región amazónica de Ecuador y Perú, muchos pueblos conocen al petróleo con una expresión semejante, “la mierda del diablo”, porque su existencia trae apare-jada como una maldición bíblica la contaminación y la miseria. La selva amazónica es en este momento una de las grandes reservas mundiales de productos energéticos sin explotar. Leer todo el artículo
Eduardo Luque en El Viejo Topo
Asuntos internos
Cada vez que pillan a algún politicastro que ha metido de una forma u otra mano en la caja (y llevamos ya unas cuantas veces desde la instauración de la democracia), en medio del albotoro los partidos repiten una y otra vez que no todos los políticos son iguales, y que la inmensa mayoría son honrados. Pues, digo yo: faltaría más. Hay muchos, muchísimos, honrados a carta cabal, y otros que no tienen más remedio que serlo porque aún no han tenido la oportunidad de ocupar un cargo adecuado para aprovecharse de él.
Los políticos se quejan de la creciente “desafección” ciudadana hacia ellos (desafección: palabreja que se ha puesto de moda después de que Montilla la utilizara para referirse a un supuesto alejamiento de los catalanes de la idea de España). Seguir leyendo